miércoles, 8 de febrero de 2012

Crítica - "La dama de hierro" (2011), de Phyllida Lloyd: GRANDIOSA ACTUACIÓN DE MERYL STREEP, EN UN TORPE BIOPIC (por halbert)


Basada en la historia de la política británica Margaret Thatcher, la película de Phyllida Lloyd nos muestra a una veterana mujer que padece demencia senil en un presente que la encuentra ya viuda. Con rasgos paranoides y esquizofrénicos, podemos ver a Thatcher negándose a reconocer la ausencia de su marido Denis (Jim Broadbent), que la “visita” a diario, todo el tiempo, interactuando con ella en su cotidianeidad. Junto a él, en su imaginación, recuerda los más importantes hechos de su vida como Primera Ministra, desde su juventud hasta su caída en 1991, cuando le es arrebatado el poder dentro del Partido Conservador al que siempre perteneció.

La puesta en escena de su directora tiene enormes vicios teatrales, muy especialmente por la forma en que el fantasma del marido aparece constantemente en la habitación de su esposa, en la que comparten el visionado de videos y grabaciones de los hechos más significativos de la mujer, como excusa para que el espectador conozca así los rasgos más salientes de la vida política de la protagonista. Este recurso, tan presente y continuo, actúa como “palo en la rueda” de una narración frecuentemente frenada por estas apariciones.
 Los capítulos del presente están prácticamente en igualdad de tiempo en pantalla que los del pasado, más ricos e interesantes, entre ellos, su actuación contra el terrorismo del IRA, contra los sindicatos para implementar un despiadado plan de privatizaciones y, por supuesto, contra la junta militar argentina en la guerra de Malvinas, que aporta uno de los momentos de mayor dramatismo (Thatcher diciendo enérgicamente “Húndanlo!”, decidiendo el destino atroz del buque argentino General Belgrano, hiela la sangre).



Meryl Streep ES Thatcher. Compone con alma y vida este personaje que indudablemente quedará en la memoria de su filmografía, no tanto por el filme en sí, que termina siendo algo mediocre (por lo apuntado sobre la dirección) sino por la excelencia de su trabajo. Los movimientos tardos y lo encorvado de su cuerpo al momento de componer a una mujer de 80 y tantos años, o la vital energía, la tozudez y el ímpetu como mujer política en un mundo dominado por hombres, se hacen cuerpo y voz en la figura dominante de Streep. Aplausos de pie para ella y un leve abucheo a Phyllida Lloyd, que le fue mejor con Mamma Mia!...

5 comentarios:

Dialoguista dijo...

Streep siempre es grandiosa, esta mujer no tiene papel que se le resista. La veré en algún momento, aunque esta peli no es de las que están primeras en mi lista. Saludos!!!

HALBERT dijo...

Podés dejarla para más adelante, o un día antes de q gane el Oscar, jejej! Porque va de cabeza! Si gana Viola, es afano! Slds!!

Ismael Cruceta dijo...

Coincido en ese Regular, pero con una Meryl Streep maravillosa que espero que se lleve el tercer Oscar de una vez por todas!!
Yo he votado por Julie y Julia, sobre todo porque ese año me dio tanta rabia que se lo llevara Sandra Bullock por un papel infinitamente peor...

Saludos!!

HALBERT dijo...

Sí, la verdad q lo de Bullock fue ridículo! Meryl merece más q los Oscars q tiene, pero esperemos q sea juso este año...
Slds.

Anónimo dijo...

Lamentable que esta gran actuación (creo que una de las mejores de los últimos años de Meryl Streep) se desechen por la mediocridad de la directora.

Sorprendente los vicios y clichés de la dirección. Y sorprendente la gran interpretación de Streep.

Las escenas más notables (y se agradece el énfasis sobre aquella coyuntura política) son las de Thatcher y las Islas Malvinas, en cuanto presenta (aunque débilmente) la guerra como un medio propagandístico en favor del gobierno autoritario británico (y bueno, la guerra también fue un lavado de cara de la DICTADURA argentina).

Lamentable película, excelente interpretación.

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