viernes, 16 de julio de 2010

ESPECIAL: Análisis Psicológico del Film: DRAGÓN ROJO (por Adrián Santello)


¡GRACIAS ADRIÁN SANTELLO (*) POR TU APORTE A ESTE BLOG!

Resumen de la trama:
El agente del FBI, Will Graham (Edward Norton), es convocado por su ex-jefe Jack Crawford (Harvey Keitel) luego de tres años de su temprano retiro, para atrapar a un asesino serial conocido por las autoridades como “Dientes Mágicos” (The Tooth Fairy –El Hada del Diente-), quien elimina a una familia cada noche de luna llena. Para cumplir con su tarea, Will pide ayuda al ahora convicto Dr. Hannibal “The Cannibal” Lecter (Anthony Hopkins), psicópata antropófago con idoneidad en estos casos por haberse desempeñado como psiquiatra forense durante muchos años. Pero justamente es Lecter quien está enviando a su fan “Dientes Mágicos” información acerca de Graham y de su familia, su mujer Molly (Mary-Louise Parker) y su hijo Josh (Tyler Patrick Jones). Quedan tres semanas para dar con él antes de la próxima luna llena, aunque una inocente mujer ciega, Reba McClane (Emily Watson), lo ha encontrado primero. Graham, quien tiene la habilidad de adentrarse en la mente de los criminales, debe arriesgar la seguridad de su familia y la propia, para rastrear a este último asesino, autodenominado “El Dragón Rojo”, Francis Dolarhyde (Ralph Fiennes).

Perfil psicológico de los protagonistas:

a) Francis Dolarhyde lleva el mencionado apodo debido a su tendencia a masticar los cuerpos de sus víctimas, al tamaño extraño y la agudeza de sus dientes, junto con otras fijaciones orales. Nacido con un defecto facial (labio leporino), Francis sufrió el severo abuso emocional y físico de su sádica abuela y desarrolló desorden de personalidad múltiple o trastorno múltiple de la personalidad, con alternancia entre un apacible empleado en una empresa de edición de filmaciones caseras y un ser monstruoso que va transformándose paulatinamente en cada asesinato, en identificación con una pintura de William Blake (“El Gran Dragón Rojo y la Mujer Vestida de Sol”). Al conocer a Reba e iniciar cierta intimidad con ella, sofoca sus impulsos asesinos al convertirla en, lejos de un enamoramiento, un objeto de obsesión. Sin embargo, al poco tiempo, la presencia de ella enfurece a la otra parte escindida de su personalidad.
Su patología no resulta fácilmente catalogable, pero podría decirse que se trata de una personalidad psicopática que incluye tendencias piromaníacas y breves episodios alucinatorios.
- Indicadores de psicopatía: 1) ausencia de culpa, angustia y responsabilidad, ausencia de valor moral con código propio de valores y ruptura de un código general y social, ausencia de conciencia de enfermedad, trastornos en la interacción con el medio. Ej. amenaza a punta de navaja al vendedor de diarios; asesinatos: su compañero de trabajo en la puerta de la casa de Reba, las familias en noches de luna llena, el periodista Freddy Lounds (Philip Seymour Hoffman); 2) asociación en un patrón psicopático con la mirada. Ej. relación tierna con la ciega, por quien se sentía en parte comprendido (ella le dice...”se lo que se siente ser diferente”) y corte de párpados en víctimas, etc.; 3) sufre por insatisfacción de su deseo, ya que su objeto está puesto en la fantasía. Ej. identificación con la figura del Dragón Rojo y escena del museo; 4) goce fetichista-voyeurista. Ej. escena de la felatio con Reba en la que gozaba al ver la filmación de la familia asesinada y escena metafórica en el zoo en la que incita a Reba a acariciar a un tigre y de este modo conocer su poder y su belleza; 5) problemas de interacción y aislamiento.
- Indicadores de tendencias piromaníacas. Ej. escena en la que incendia la casa, escena en la que incendia al periodista.
- Episodios psicóticos breves (alucinaciones auditivas): al escuchar la voz de su abuela hostigándolo.

b) Will Graham posee una aguda capacidad para ponerse en el lugar del criminal y en
cierta forma encarnarlo. Ej. escena en la que le habla sádicamente a su hijo para salvarlo al desviar la atención de Francis. Tiene una intuición excepcional que le permite recorrer mentalmente lo andado por el asesino, leer en la escena del crimen las armas utilizadas, las intenciones, los movimientos, los pasos dados por aquél. Acepta el último desafío de su carrera por una cuestión narcisista, que a su vez conlleva el volver a encontrarse cara a cara con el hombre que estuvo a un paso de matarlo (Lecter). Es brillante intelectualmente; puede rivalizar con el criminal, ponerse a su altura, entrar en diálogo desafiante con él.
El enfrentamiento narrado entre Will y Francis simboliza la lucha eterna entre el bien y el mal, entre la cercanía al equilibrio y la inadaptación social, entre la consolidación familiar y el aislamiento, la humanidad y la animalidad, la agresividad sublimada y la violencia descarnada, respectivamente.
Vistos de esta forma, los personajes son, más que dos polos opuestos, las dos caras de una misma moneda: Will busca la consecución de un equilibrio personal mediante la captura de Francis, y ha sabido canalizar su agresividad de manera socialmente correcta, dirigido hacia la ambición y el ascenso en la pirámide social, mientras que Francis representa las pulsiones agresivas y autodestructivas existentes bajo la contenida apariencia de Will. Recordemos que el psicópata realiza lo que el neurótico fantasea, y necesita de un espectador privilegiado. Ninguno de ellos “es” sin el otro.
(*) Adrián Santello es perito grafólogo.

3 comentarios:

Dialoguista dijo...

Cómo no vi este post antes!!!
De lujo, excelente cómo lo explica ;-) Esa es la complejidad que hace de toda la trilogía una de las que más me gustan, porque todo el tema psicológico esta pensado y orquestado a nivel dramático para la historia pero a su vez, se basa en patologías reales. Dicen por ahí que El silencio de los corderos es analizada en la facultad de psicología porque todos los personajes tiene perfiles interesantes para el análisis.
Como bien dice Adrian, ambos tienen inteligencia, uno la acomoda a la sociedad, porque su psicología se lo permite, el otro no puede porque no puede acomodarse a las reglas, ni siquiera las entiende. La gran diferencia entre el reconocimiento o no de la enfermedad. Punto clave en estas cuestiones. La empatía, otro cosa importante que delinea mucho a los personajes, tanto el que la tiene como el que carece de ésta.
Me encantó esta entrada y la trilogía!!!
Saludos ;-)

HALBERT dijo...

Gracias por tu comment, Dialoguista!! Y gracias a Adrián por compartir su análisis con el blog y sus visitantes. Le podemos pedir más, ¿no?, jejejej!!
Sin dudas "THE SILENCE..." es una de las mejores pelis que vi en mi vida, y esta precuela me ha gustado más que HANNIBAL; posiblemente porque tiene una estructura de guión más similar a la primera... no??
Saludos y gracias!!!

Dialoguista dijo...

Siii, le podemos pedir más ;-)
A mi me gustan las tres, pero "el silencio.." es la mejor. De hannibal lo que me gusta más allá de la estructura es que se potencia la relación entre ellos ;-) pero Dragón Rojo también es genial. Para mi también es una de las mejores que vi en mi vida (el silencio),creo que esa fue la primer peli que me dije: "yo quisiera hacer algo así" jajaja y hoy por hoy, la vuelvo a ver, incorporándole todo lo que voy aprendiendo, y sigue siendo magistral!!!
Más post de estos Adrian!!! ;-)

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