ATENCIÓN /SPOILER: CONTIENE INFORMACIÓN SOBRE EL ARGUMENTO DEL FILME. Mia respira jadeando, agitada. Acaba de terminar de repasar una coreografía de hip-hop que parece disfrutar. Tiene 15 años, es rebelde, machona y peleadora, tanto como para darle un cabezazo a cualquier chica del barrio que le haga frente. En los desolados suburbios, cerca de su departamento, hay una yegua vieja encadenada, que Mia intenta liberar, pero nunca puede romper el candado que la tiene presa. Su madre, que luce como una hermana mayor (por lo joven, por cómo se viste, por cómo fuma y bebe constantemente) la trata de mentirosa y de puta y no le presta atención.
Mia no tiene nada que hacer, más que ver videos, tomar cerveza, escuchar música y practicar “coreos”, siempre con su viejo jogging gris. Su hermanita menor no hace más que mirar tele, fumar y jugar con su perro. Son una familia de 3 mujeres solas de clase obrera, abandonadas, con una existencia aparentemente sin objetivos ni metas a la vista, más que la subsistencia diaria.
Un día hace su aparición Connor, el nuevo novio de su madre, un atractivo hombre que jugará el rol de hombre de la casa, y ensayará una figura paterna para esa casa habitada por mujeres, confundiendo a Mia y alterando su comportamiento.
Ella es una adolescente vacilante, que no ha conseguido adaptarse al sistema educativo, y mucho menos articularse con la gente de su edad. Su juventud está siendo un ciclo complicado, algo en lo que no ayuda la mala relación con su familia. Forzada a convivir con el novio de su madre, la joven irá cayendo en un barranco, a pesar de que Connor ha prometido llevar el amor a esa casa, aunque los límites se vayan traspasando paulatinamente, sin retorno...
"Fish tank" es una de las sorpresas independientes de este año, especialmente por ganar el BAFTA al mejor filme británico y alzarse con el Premio del Jurado en Cannes.
La cámara en
steady cam sigue a la jovencita en su deambular por la vida, casi nunca dejándola sola. Cuando la yegua que estaba atada finalmente es sacrificada, uno de los personajes le dice a Mia:
“Tenía 16 años, le llegó su hora”. Inevitables asociaciones surgen, al ver a Mia quebrarse por primera vez y llorar casi sin consuelo.
La directora
Andrea Arnold quería mezclar en su casting la frescura de los actores no profesionales y el talento de los consolidados, pero nunca imaginó que encontraría a su rebelde protagonista en plena calle.
Katie Jarvies estaba discutiendo con su novio cuando alguien se le acercó para proponerle ser actriz, convirtiéndola en la protagonista absoluta de
“El rebelde mundo de Mia”, una película tan bella como desoladora, angustiante y desesperanzada. No por nada madre e hijas bailan al son de una canción que reza
“La vida es una putada y después te mueres, por eso nos drogamos, porque no sabes cuándo te irás”.