Ana y Alicia charlan en el sillón. Están algo borrachas.
Ana (Chunchuna Villafañe):
Vos no conociste mi departamento de Laprida.
Alicia (Norma Aleandro):
No, el de Laprida no.
Ana:
En la puerta tenía un poster de Gardel.
Ana y Alicia se ríen contagiosamente.
Ana:
Me lo hicieron mierda. Entraron a patadas, me pusieron un pulóver en la cabeza y rompieron todo.
Ana y Alicia continúan riéndose a carcajadas, pero de a poco se van poniendo serias.
Ana:
Me llevaron en un auto con los pies de ellos encima. Me pegaron un culatazo. Me desperté y estaba desnuda arriba de una mesa donde empezaban a picanearme. En algún momento vino alguien y me puso un estetoscopio y les dijo que pararan. No estoy segura si fue ese mismo día; perdí un poco la noción del tiempo y es como si se me hubiera roto algo adentro que ya no sé si tiene arreglo. Todavía me despierto ahogada a la mañana y estoy allí colgada, me meten la cabeza en un tacho de agua... Después de 7 años, todavía me ahogo. Cuando salí de allí me dijeron que había estado 36 días, había adelgazado 12 kilos y me habían hecho todo el tratamiento. Al principio me libré de las violaciones, ¿sabés por qué? Porque el que vino a casa, al único al que le miré la cara, me sonrió y me dijo: "A vos te voy a guardar para mí". Y después yo le oía la voz todo el tiempo cuando venía, y preguntaba si se habían acordado de guardarme.
Ana comienza a sollozar y Alicia la abraza.
Ana:
¡Tengo terror de oír su voz en la calle o en el subte!
¡Tengo terror de oír su voz en la calle o en el subte!
Alicia:
¿Pero por qué? ¿Por qué te hicieron eso, Anita? ¿Por qué, Ana?
Ana:
No sé, al principio preguntaban por Pedro, y yo les decía la verdad, hacía 2 años que no lo veía. Y me volvían a preguntar, y yo les volvía a decir: "Hace 2 años que no lo veo". Y me volvían a preguntar, y yo les volvía a decir... y golpes, y picana, y submarino, y...
Alicia:
¿Qué había hecho Pedro?
Ana:
Pedro ya estaba jugado, y a lo mejor ya estaba muerto cuando me preguntaban por él.
Alicia (inocente):
¿Hiciste la denuncia?
Ana (irónica):
¡Qué buena idea, no se me había ocurrido! ¿Vos a quién le hubieras hecho la denuncia?
Alicia:
Bueno... Si vos no habías hecho nada... ¿Cómo "a quién"?
Ana:
Ese lugar estaba lleno. A veces era difícil saber si era yo la que gritaba o los otros. Había mujeres embarazadas que perdían allí sus hijos. Y otras que se las llevaban pero volvían solas, porque al chico se lo daban a esas familias que los compran sin preguntar de adónde vienen.
Alicia se incorpora de golpe, alejándose.
Alicia:
¿Por qué me decís eso a mí?
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