(* * *) Buena
Interesante obra de un Hitchcock pre "Vértigo", en la que el sacerdote Michael Logan se ve envuelto en una trama de crimen y misterio por el solo hecho de haber aceptado escuchar la confesión del cuidador de la iglesia, que asesinó al abogado del pueblo para robarle.
El cura, incapacitado por sus creencias religiosas, no puede develar a la policía quién es el verdadero culpable, convirtiéndose él en el principal sospechoso. Y mientras la policía lo investiga, éste calla angustiándose día a día, mientras el verdadero responsable confía en que el sacerdote no traicionará sus principios.
Y a raíz de esta pesquisa policial, se develará una historia amorosa trunca entre el sacerdote y una mujer casada, dejando de lado por un momento el género policial, para desarrollar un costado más melodramático del guión.
Montgomery Clift protagoniza esta cinta junto a Anne Baxter ("La malvada") y Karl Malden ("Las calles de San Francisco"), desplegando limitados recursos expresivos para dotar de vida a este atribulado cura. Sin embargo, su rostro misericordioso y sus ojos transparentes dan cuenta de sus sensaciones internas, que demuestran su dignidad, pero también su extrañeza por saber qué le deparará el destino.
Montgomery Clift protagoniza esta cinta junto a Anne Baxter ("La malvada") y Karl Malden ("Las calles de San Francisco"), desplegando limitados recursos expresivos para dotar de vida a este atribulado cura. Sin embargo, su rostro misericordioso y sus ojos transparentes dan cuenta de sus sensaciones internas, que demuestran su dignidad, pero también su extrañeza por saber qué le deparará el destino.
La deslealtad, el amor no correspondido, el chantaje, la fatalidad, la infidelidad conyugal, la sexualidad, la culpa y, por supuesto, una mujer rubia, se dan cita en este thriller melodramático hitchcockiano, muy digno de verse.
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