Stanley Kubrick, director de clásicos del cine como "La naranja mecánica", "2001: Odisea del espacio" y "El resplandor", entre otras, tuvo una relación muy especial con el protagonista de "La naranja...", Malcom McDowell que, dicho sea de paso, fue la segunda opción del director para el famoso rol de Alex DeLarge (la primera había sido Mick Jagger).
Fanático del ping-pong, Kubrick tenía una mesa profesional instalada en el jardín de su casa, y le encantaba retar a sus actores a largas partidas.
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Según dijo McDowell:
"A Stanley nunca le interesó el ser humano. Era brillante en sus sátiras y un genio de la innovación. Pero como persona, en mi inocencia de primerizo, pensé que mantendría con él una relación como la que me unió para siempre con el director Lindsay Anderson. No fue así. Acabada La naranja mecánica, no sé si llegó a media docena el número de veces que nos volvimos a ver..."
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