jueves, 2 de junio de 2011
Crítica - "Blue Valentine" (2010), de Derek Cianfrance: CRUDO RETRATO DE UN MATRIMONIO EN BAJA (por halbert)
Cuando una pareja que se ama e intercambia anillos frente a un cura, cree que el matrimonio durará para siempre; que hay un compromiso total; que se logrará la felicidad, seguridad y confort; que se tendrá responsabilidad, atención y fidelidad, y además consideración por el compañero; que nunca jamás se volverán a sentir solos; que se podrán entender gradualmente, sin trances ni reyertas; que las relaciones sexuales serán inmejorables y que el buen sexo resolverá todos los problemas… Los motivos por los que un matrimonio decide poner fin a su unión pueden ser de cualquier índole, pero tienen en común la falta de respeto al otro miembro de la pareja en la gran mayoría de los casos y también la falta de entendimiento a la hora de comunicarse.
Dean y Cindy (Ryan Gosling y Michelle Williams) llevan seis años de casados, en los cuales han tenido una increíble historia de amor y una adorable hijita de 5 años. Con el paso del tiempo, el amor por su esposo ya no es lo que era en un principio; Cindy ha perdido el interés por la relación. Él, en un intento por salvar la pareja, propone pasar la noche en un hotel temático, donde eligen (paradójicamente) la llamada "habitación del futuro". Desde allí volverán a ver cómo se conocieron, cómo se fue forjando su amor y cómo, irremediablemente, su relación empieza a deteriorarse, demostrando que los idilios más esperanzadores pueden llegar a hundirse y marcar la vida de las personas, para que éstas no vuelvan a ser las mismas.
Este agudo drama de Derek Cianfrance sobre un matrimonio joven en su peor momento, retrata el vacío presente de la pareja, y expone el pasado sobre cómo se conocieron y qué los llevó a estar juntos. En un montaje paralelo, vemos avanzar el pasado y el presente de ambos, agudizando la diferencia de lo que fue el ayer y el hoy de los dos. Con una vida casi sin pretensiones pero también (a primera vista) carente de logros, estos dos jóvenes ven expirar su relación sin miras de un esperanzador happy end.
Con una entrega actoral como no es tan usual ver, Williams (nominada al Oscar) y Gosling (olvidado por la Academia) dan todo por dotar a sus personajes del realismo necesario, y como espectadores sucumbimos junto a ellos. Su aspecto físico no solamente muestra el paso de los años; la forma de mirarse e interactuar es realista y totalmente creíble, según sean los sentimientos (de enorme pasión o enorme frustración) que tienen en los dos períodos trascendentales que se presentan en pantalla, radicalmente opuestos. Incluyendo escenas tan sensibles como otras inexorablemente fatales, “Blue Valentine” azota sin miramientos y manifiesta que el amor puede proponerse existir para siempre, pero también puede extinguirse, por más que en un tocadiscos suene incansablemente el “You and me” (Tú y yo) de Penny & the Quarters.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Soy el primero pero no el último.
Blue Valentine me fascinó, todavía la mantengo en mi mente sobre todo el segmento romántico. Es dulce y amarga. Guarda dos de las mejores interpretaciones del año pasado. Williams fue la más alabada pero Gosling está fenomenal.
Obra culmen del desamor junto a Rabbit Hole el pasado curso. Espero con ganas el próximo proyecto de Cianfrance.
Un abrazo.
Gracias Emilio! Comparto tu mirada, al igual que lo que mencionás sobre RABBIT HOLE. En ambas, creo, el conflicto traspasa la pantalla gracias a interpretaciones actorales por demás creíbles, sentidas y comprometidas. Me encanta ver a actores que podrían hacer sólo pelis taquilleras y livianas en roles tan profundos en filmes independientes. Tanto Cameron Mitchell como Cianfrance han demostrado enorme sensibilidad en el tratamiento de temas espinosos y dolorosísimos. Obras que sacuden, como tanto me gustan...
Gracias x pasar!!!!
Slds!
Publicar un comentario