Tony Curtis, el niño que se escapaba al cine para huir de su pobre infancia y llegó a lo más alto después de subir y bajar varias veces las escaleras de Hollywood, ha muerto a los 85 años.
La 'meca' del cine dice adiós al gángster, al amante, al cómico y al mujeriego que aseguró que más de mil mujeres se habían rendido a sus encantos, incluida la diva Marilyn Monroe.
Rozar sus labios fue "como besar a Hitler", bromeó al final de su papel de músico disfrazado de mujer y a la fuga que la sedujo en "Una eva y dos adanes" (Billy Wilder, 1959).
Rozar sus labios fue "como besar a Hitler", bromeó al final de su papel de músico disfrazado de mujer y a la fuga que la sedujo en "Una eva y dos adanes" (Billy Wilder, 1959).
A sus 85 años, murió por una enfermedad que le acompañó durante sus últimos meses y que acabó por robarle la vida. Pero él prefería explicarlo de otra manera: "He estado enfermo durante la mayor parte de mi vida, en mi cabeza".
Atrás deja un legado de más de cien películas, cinco matrimonios, -el primero con la actriz Janet Leigh ('Psicosis'), con quien concibieron a Jamie Lee Curtis- y una carrera que terminó sin Oscar. Siempre lo quiso, pero sus tiempos dorados como galán de Hollywood se desvanecieron y pasó a ser el actor de filmes poco aclamados, como 'Lobster Man from Mars' (1989). (Fuente: elmundo.es).