martes, 29 de enero de 2008

Crítica – “Hiroshima mon amour”, de Alain Resnais: LA HISTORIA DE UN AMOR... COMO NO HAY OTRO IGUAL (por halbert)

El filme dirigido por Alain Resnais comienza con encadenados planos detalle de dos cuerpos desnudos y húmedos estrechándose. Una voz femenina recuerda, como si recitara un poema, sucesos ocurridos en Hiroshima mientras se muestran imágenes posiblemente documentales de los mismos, alternando con imágenes de un museo. Todos estos planos se enlazan por corte y alternadamente funden nuevamente con la escena de los cuerpos desnudos. La historia que se nos presenta es la siguiente: una joven actriz francesa se encuentra en Japón rodando un documental acerca de la bomba de Hiroshima. En sus últimos días allí, está acompañada en su habitación de hotel por su amante, un arquitecto japonés. Mediante recuerdos, logra revivir un amor imposible con un soldado alemán, hecho sucedido en Francia varios años atrás y que la ha marcado para siempre.
La actriz y el arquitecto son los protagonistas de un breve romance que dura apenas dos días, pero que sirven para desentrañar el terrible pasado del que es víctima el personaje femenino. La posición del brazo de su amante en la cama refiere inmediatamente a un brevísimo plano insertado de otro brazo ensangrentado que solamente cobrará sentido en un momento posterior de la película, pero que da cuenta de algo terrible que la mujer vivió. Luego de esto y de manera elíptica, se suceden pequeñas escenas de los amantes hablando mientras se visten luego de la escena del amor, que funden a negro una a otra.
Aquí hay un doble juego cuando sabemos que el papel de Emanuelle Riva, la protagonista del filme de Resnais, es el de una actriz que está en Hiroshima actuando en un filme sobre la paz; proponiéndosenos una estructura de ´filme dentro del filme´, aquí con una toma de partido frente a las secuelas dejadas por el ataque de la bomba ocurrido años atrás, mostrándonos imágenes del rodaje del que ella está participando y que pueden ser las mismas que nosotros ya vimos como espectadores minutos antes.
A partir de aquí se presentan con montaje paralelo numerosos flashbacks que alternan con imágenes del presente. En aquellos se desmembra la trágica historia de amor que vivió la mujer cuando joven con un soldado alemán en el pueblo de Nevers. A medida que ella cuenta se insertan planos cada vez más largos que resultan ser en algunos casos asociación de imágenes (por ej.: las manos tomadas de los amantes cuando están en un bar/ las manos tomadas ensangrentadas).
En otro momento de su narración, la mujer, sentada en una mesa del bar, habla con su amante como si le hablara al amor perdido, permaneciendo él en penumbra y ella iluminada, pero cuando refiere al preciso momento trágico de su historia, es ella la que, mediante un juego de la iluminación, queda en penumbra. Aquí se escucha el relato que hace referencia a un plano ya visto casi al principio del filme (el plano de la mano ensangrentada).
En la escena en que la mujer queda sola vagando por las oscuras calles de Hiroshima, paralelamente se muestran otras imágenes de las calles de Nevers, haciendo referencia constante a su terrible pasado. Mientras deambula ella le habla a su amor, no especificando si habla del alemán o del japonés. En todo caso lo que sí queda claro es que una nueva historia de amor imposible estaría repitiéndose en su vida.
El ritmo del filme es parsimonioso, pausado (principalmente en los primeros 20 minutos), denso como la historia que esconde la mujer y que, ante la requisitoria del hombre japonés, nos es contada y, como espectadores, junto con él vamos descubriendo de a poco la verdad de lo que le ocurrió en el pasado.
Sin poder despegarse del todo de los cortometrajes documentales que realizó antes de éste, su primer film, Alain Resnais cuenta una historia de ficción enmarcada en el hecho real que fue la masacre de Hiroshima. Referente indiscutible de la Nouvelle Vague francesa, el filme se constituye como hito de fines de los años 50.
Con algunos elementos de documental, el guión de ficción de Marguerite Duras, funciona también como vehículo para realizar propaganda política en contra de la bomba y de la guerra, ya que la tragedia (tanto la personal de la mujer como la ocurrida a toda Hiroshima) es producto de ellas.
A pesar de la morosidad general de la película, Resnais logra conmover y concientizar acerca de la destrucción del hombre por el hombre (ya lo había hecho en su cortometraje NOCHE Y NIEBLA con su alegato contra el Holocausto), principalmente por la entrega actoral que realiza la admirable Emanuelle Riva.

1 comentario:

rodrgod dijo...

mas alla de una narrativa historica, me gustaria saber sobre el punto de vista filosofico que muchos criticos an puesto como transfondo de la pelicula, sobre todo la relacion de los escritos sobre la fe y la resignacion de kierkegaard y algunas ideas de heidegger

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