martes, 7 de agosto de 2012

Crítica - "Mulholland Drive - El camino de los sueños" (2001), de David Lynch: COLOSAL E HIPNÓTICA EXPERIENCIA CINEMATOGRÁFICA (por halbert)


Habiéndola visto ya 5 veces, comparto con ustedes mi pasión por este director y especialmente por esta película. Este curioso filme de David Lynch, retitulado “El camino de los sueños” o “Sueños, misterios y secretos”, fue el resultado de un proyecto de serie de TV que finalmente fue rechazado antes de su emisión. Un canal televisivo francés intervino, permitiendo a su creador unos días más de rodaje para transformar el episodio piloto en un largometraje. La gran sorpresa fue que Lynch recibió el premio al mejor director en el Festival de Cannes y una nominación al Oscar por este trabajo, además de varias candidaturas a los Globos de Oro, a los BAFTA y los Independent Spirit Awards.

El guión es de lo más atrapante: Betty, una joven aspirante a actriz, llega a Hollywood dispuesta a triunfar, y se aloja en una casa prestada por su tía. Allí se topará con Rita, una mujer que perdió la memoria a causa de un accidente, y que se oculta hasta averiguar quién es. Intentando develar la identidad de Rita, descubren en su bolso una gran suma de dinero y una extraña llave azul, que será clave en la historia. En la misma ciudad, un joven director de cine realiza un casting para su nueva película y debe enfrentarse a una mafia que le impone una actriz como protagonista. Las vidas de ambas mujeres se entrecruzarán con éste y otros excéntricos personajes en una compleja y enredada trama de delirios y pesadillas…



Es impresionante cómo David Lynch logra atrapar e intrigar al espectador. Sin dar cuenta de ello, en minutos, uno se encuentra sumergido en el submundo lyncheano, donde lo que no abundan son las certezas. Y es eso justamente lo que atrapa: los interrogantes que se van acumulando a medida que avanza la historia. Este director único presenta un enigmático y denso guión con realidades paralelas y misterio, excelente música de los años 40, secuencias oníricas y actuaciones memorables. Debido a la complejidad de la estructura de su obra, el director ha sido sentencioso al afirmar que cada explicación a su guión es válida y aceptable, pues la película deja entrever que son muchísimas las perspectivas posibles y que de ella se desprenden diversos significados.



Naomi Watts, en uno de sus primeros logros cinematográficos, ya daba cuenta del potencial actoral con el que contaba; realiza un sorprendente trabajo, mostrando dos facetas muy distintas dentro de este gran cuento casi surrealista. La morocha mexicana Laura Elena Harring está a la misma altura y se complementa a la perfección con su compañera, también en dos registros totalmente distintos. El hecho de remarcar que ambas actrices muestran dos aspectos diferentes en la actuación, tiene que ver, justamente, con un poderoso quiebre en la historia que produce perplejidad y desconcierto, y todo lo que estaba siendo visto hasta ese momento muta en algo enigmático, casi incomprensible, pero indiscutidamente hipnótico.
La música de Angelo Badalamenti, en una nueva colaboración con Lynch, es crucial para cargar de misterio la atmósfera del filme, además de la inclusión de música de jazz y canciones como “Sixteen reasons”, "I´ve told every little star" y, principalmente, el tema “Llorando”, por Rebekah Del Río, en una escena trascendental.


Al margen de su excelencia, pueden notarse algunos vestigios del origen real del filme; esto de ser pensado como un piloto para TV, hace que se presenten otros personajes que luego no tendrán incidencia en la trama, y quedan desdibujados. Pero el montaje de Mary Sweeney lo puede más, y logra que no se noten esos cabos sueltos. Lynch presenta una de sus mejores obras (si no la mejor), una laberíntica trama que nos deja boquiabiertos y aguijonea nuestro cerebro, deseoso de encontrar una explicación. Y a pesar del desconcierto, cuando los créditos finales aparecen, nos quedamos ávidos de más, sin entender mucho y con ganas de comprenderlo todo. Lo que sin duda sucede es que, luego de 2 horas y media, se ha estado ante una experiencia cinematográfica única, y eso no lo provoca cualquier película…



2 comentarios:

Daniel Bermeo dijo...

Rara, extravagante, onírica, enigmática, misteriosa, asombrosa.... y se me acaban los calificacativos. Ah sí, Deslumbrante!!!

Unknown dijo...

Mulholland Drive es perfecta, maravillosa, alucinante. Creo que tiene una trama excelente, llena de buenas actuaciones como lo es la de Justin Theroux , quien ahora está trabajando en la serie de The Leftlovers, una historia igual de misteriosa que esta película.

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