* * * (Buena)
Nick Hume (Kevin Bacon) es un ejecutivo que tiene una vida perfecta, incluyendo esposa y dos hijos varones. El mayor de los jóvenes es el orgullo de la familia y tiene la posibilidad de jugar hockey profesional. Pero una noche, volviendo padre e hijo a casa, son asaltados por unos pandilleros en una gasolinera y el joven es ejecutado ante los ojos de su padre. El asesino es atrapado, pero Nick se entera de que no fueron víctimas de un asalto, sino de un "rito de iniciación" (léase: joven pandillero que debe matar a alguien, como debut para entrar a una banda de maleantes). Transformado por el dolor, Nick llega a la terrible conclusión de que no hay justicia que pueda saciar su dolor e indignación. Sin levantar cargos contra el asesino (ya que Nick fue el único testigo y es su palabra la que cuenta) se embarcará en un viaje al sub-mundo de la pandilla responsable de su desgracia, poniendo en peligro su vida y la del resto de su familia. Filme violento del director James Wan, conocido por las dos primeras películas de "Saw", ha logrado una aceptable combinación de drama y thriller, despertando todas las emociones posibles, menos la risa. La actuación de Kevin Bacon como el padre dolido que pierde la perspectiva y cae en una espiral de violencia sin salida es impecable y no sería injusto incluirlo en la terna de algún premio, por la transformación psíquica y física que muestra el personaje. Lo que sucede es que el filme es demasiado violento (fue calificado como R en EEUU), muy oscuro para los ojos de Hollywood; no tiene concesiones para con el espectador y se abstiene de un happy end. Lógicamente hay que "meterse" en la película y creer que un padre de familia, común y corriente, de golpe sabe manejar pistolas y escopetas como el mejor de los mafiosos, pero bueno... después de todo es una película...
1 comentario:
Suena más que interesante, a pesar de la violencia... Kevin Bacon siempre me pareció un excelente actor. Gracias por el análisis,sr crítico.
Muy bueno el blog.
Publicar un comentario