Enfrentándose a una viudez inesperada, Arvilla Holden (Jessica Lange) debe llevar las cenizas de su difunto marido a Santa Barbara, donde se encuentra la familia de éste. Arvilla recoge a sus dos mejores amigas (Kathy Bates y Joan Allen) y parten desde Idaho en un viejo Bonneville descapotable del 66. A lo largo de ese viaje, las tres atravesarán paisajes bañados de intenso sol, conocerán la aventura y a un simpático camionero (Tom Skerrit), quien resulta ser un pretendiente incierto para una de ellas. Lo que en principio parece ser un simple viaje turístico acabará convirtiéndose en una oportunidad para las tres mujeres para que se reencuentren con ellas mismas, con su amistad y con la importancia de cumplir las promesas y disfrutar de la vida.
Con algunos lugares comunes, esta road movie se ven con agrado, más que nada por las sensibles (y no sensibleras) actuaciones de las tres mujeres protagonistas. Con resabios de "Thelma & Louise", el filme se presenta, más que nada, como una comedia dramática, donde no faltan los momentos simpáticos, cómicos, serios, dramáticos y hasta de mínima acción, pero ninguno de ellos en su máximo esplendor. Un filme tibio que se ve con agrado, en donde se destaca, además de la actuación, la colorida fotografía de las rutas del oeste norteamericano.
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