Agradable y entretenida comedia en la que un músico de películas se encuentra atascado creativamente y debe componer en 3 días la banda musical para un filme próximo a estrenarse, ya que cobrará un buen dinero por ese trabajo, lo que le permitirá pagar un préstamo bancario. Cuando intenta comunicarse telefónicamente al banco, lo dejan en espera con una música que puede ser la salvación para su bloqueo creativo. Su misión, entonces, será conseguir esa melodía, lo que lo conecta con la sub gerenta del banco. Ésta, embarazada de casi 9 meses, está por recibir la visita de su madre (que vive en España) que no sabe que su hija va a parir sin un marido al lado. Su misión, entonces, será conseguir un novio "de mentira", lo que la conecta con el músico desesperado.
Este es el planteo inicial y, a partir de allí, se desarrollan las diferentes peripecias que ambos deberán sortear, necesitándose mutuamente para lograr cada uno su objetivo. El guión agrega al género de comedia de enredos unas pequeñas dosis de cierto suspenso y algo de romanticismo, presentando una película con algunos clichés, pero actuada con tal naturalidad que hasta ciertas escenas poco creíbles resultan válidas y hasta divertidas en el marco de la historia. Diego Peretti le imprime su clásico toque de antihéroe a su personaje; Natalia Oreiro ya puede consagrarse como una de las más bellas actrices locales (aunque sea uruguaya) iluminando la pantalla con su bello rostro; y Norma Aleandro resulta la más graciosa, como la madre que se quiere hacer la española, usando todos los modismos propios del país europeo (léase maletas, en vez de valijas; aparcar, en vez de estacionar; y así...).
También son de destacar ciertos coloridos roles secundarios: la madre del músico (más psicóloga que madre), la simpática amiga de la sub gerenta y el remisero meterete, jugado con oficio por el eterno secundario Atilio Pozzobón. Ágil, entretenida, bien actuada (y argentina!!!).
Este es el planteo inicial y, a partir de allí, se desarrollan las diferentes peripecias que ambos deberán sortear, necesitándose mutuamente para lograr cada uno su objetivo. El guión agrega al género de comedia de enredos unas pequeñas dosis de cierto suspenso y algo de romanticismo, presentando una película con algunos clichés, pero actuada con tal naturalidad que hasta ciertas escenas poco creíbles resultan válidas y hasta divertidas en el marco de la historia. Diego Peretti le imprime su clásico toque de antihéroe a su personaje; Natalia Oreiro ya puede consagrarse como una de las más bellas actrices locales (aunque sea uruguaya) iluminando la pantalla con su bello rostro; y Norma Aleandro resulta la más graciosa, como la madre que se quiere hacer la española, usando todos los modismos propios del país europeo (léase maletas, en vez de valijas; aparcar, en vez de estacionar; y así...). 
También son de destacar ciertos coloridos roles secundarios: la madre del músico (más psicóloga que madre), la simpática amiga de la sub gerenta y el remisero meterete, jugado con oficio por el eterno secundario Atilio Pozzobón. Ágil, entretenida, bien actuada (y argentina!!!).
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