Alice d’Abanville, una estrella de la escena londinense, y Louis Ruinard, un director de culto francés, son una ex pareja sexagenaria que, en los años 70, eran la dupla más glamorosa del cine. Pero, abruptamente, se separaron sin motivo y hoy, 30 años más tarde, se reencuentran en Londres, en una entrega de premios.
Louis está en Londres para rodar su última película y Alice triunfa en el teatro y ha logrado rehacer su vida casándose con un lord y teniendo un hijo que, casualmente, tiene exactos 30 años. Sin embargo, ninguno de los dos ha conseguido olvidarse nunca del otro y este reencuentro no buscado parece ser el momento para aflorar el romance, a pesar de que Alice parece no soportar la presencia de su ex.
El filme resulta un tanto liviano y, a pesar de la consagrada carrera actoral de Charlotte Rampling y Jean Rochefort, no se logra una gran empatía con ellos. El guión fuerza situaciones que pretenden ser disparatadas y no despiertan demasiadas risas. En lo que sí acierta es en no caer en el lugar común sensiblero de descubrir que el hijo de Alice es en verdad de Louis (nunca se aclara, pero las miradas paternalistas de Louis hacia el joven parecen demostrar que es posible). Rochefort se empeña en resultar cómico, ya que tiene a su cargo las situaciones y parlamentos divertidos, pero ese empeño no alcanza para hacer de este "Desacuerdo perfecto" (título original) una comedia con todas las de la ley, resultando un olvidable encuentro de dos grandes figuras del cine.
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