viernes, 21 de febrero de 2014

Anecdotario: Las macabras bromas de Alfred Hitchcock


El aclamado director Alfred Hitchcock se caracterizaba por ser un bromista, pero más que pequeñas bromas eran crueles travesuras.
Una vez esposó juntos a las estrellas de cine Robert Donat y Madeleine Carroll en el set de rodaje de "39 escalones" y luego simuló haber perdido las llaves de las esposas, dejando encadenados a los actores por un buen tiempo.
Años despues, durante el rodaje de su obra maestra "Vértigo", le jugó una pesadísima broma a la protagonista Kim Novak. Entró al camarín de la actriz y colgó sobre la mesa de maquillaje un pollo recién muerto y desplumado. Cuando Kim entró para maquillarse, se pegó el susto de su vida y el maléfico Alfred apareció detrás de ella riéndose a carcajadas, mientras Novak todavía no se recuperaba del sobresalto sufrido.


Evidentemente, Hitchcock era un experto en gastar bromas enfermizas o, tal vez, ¿era uno de sus métodos de dirección de actores, para prepararlos antes de salir a escena? ¿Quién sabe?
En otra oportunidad, mientras filmaba "Los pájaros", la pequeña Melanie Griffith, hija de la protagonista Tippi Hedren, fue a visitar a su madre al set. El bueno de Alfred le dio un regalo a la niña y cuando Melanie lo abrió se encontró con una muñeca igual a su madre, metida en un pequeño cajón... ¿Divertido?

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