martes, 12 de febrero de 2013

Anecdotario: La muerte de James Dean había sido vaticinada



En 1955, durante la filmación de su película emblemática, “Rebelde sin causa”, James Dean se compró un Porsche Spyder 550, uno de tan sólo 90 producidos por la automotriz. Lo bautizó Little Bastard, apodo que le mandó a pintar en la parte trasera sobre la cubierta del motor. También, le pintó unas líneas rojas y el número 130 al frente, atrás y en las puertas.

El 23 de septiembre, el actor británico Alec Guinness ("El puente sobre el río Kwai", "Star wars", "Lawrence de Arabia", "Dr. Zhivago"), que había llegado de Londres, fue a un concurrido restaurante italiano y no consiguió mesa. Cuando Guinness regresaba con su acompañante al auto, Dean, que lo reconoció, salió del restaurante, se presentó y lo invitó a su mesa. Impresionado por el gesto, Guinness aceptó. Mientras caminaban hacia el restaurante, Dean se desvió y le dijo que quería mostrarle algo en el estacionamiento. Era el Little Bastard.
Con la clarividencia que lo caracterizaba, ya que tenía fama de predecir el futuro, Guinness le dijo a Dean que el auto lucía siniestro y le advirtió que si lo manejaba, moriría en él exactamente una semana más tarde.
Y así mismo ocurrió.
Justo siete días después, el 30 de septiembre, Dean salió hacia las carreras en Salinas, y participó en un terrible choque con otro auto. Allí murió James Dean, y allí mismo nació la leyenda.
Alec Guiness lo había predicho…

1 comentario:

domive dijo...

Joder, qué mal rollo, no? No sabía que habían predicho la muerte de Dean... Lo diría en serio?

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