* * * (Buena)
Una locutora de radio de Nueva York, Erica Bain (la siempre eficaz Jodie Foster), lleva una vida de ensueño, ya que está por casarse con su prometido, un joven médico. Pero en un segundo lo pierde todo, ya que, en un brutal ataque en el parque que recibe por parte de unos pandilleros, queda seriamente herida y su novio muere. Erica, sin superar la tragedia, comienza a merodear las calles de la ciudad en busca de los hombres que la atacaron, y en el camino, intenta hacer justicia por mano propia, aniquilando con su nuevo revólver a los delincuentes con los que se cruza. Cuando la policía de Nueva York comienza a buscar al autor de esos actos, y un obstinado detective (Terrence Howard) está tras sus pasos, Erica debe decidir si su búsqueda de venganza es el camino correcto o si ella se está convirtiendo en lo mismo que quiere combatir. Polémica historia que instala el eterno debate acerca de si debemos ajusticiar por cuenta propia a quien nos quita lo que más queremos (en este caso, la vida de alguien amado y un posible futuro de felicidad) o si esperar justicia por medio de la aplicación de la ley. El filme es entretenido, aunque no toma partido por un género en particular, y pivotea entre el drama psicológico acerca de una mujer que deja de reconocerse a sí misma, y el filme de acción sobre una vengadora que la fuerza policial desea atrapar. El sello de Neil Jordan no se trasluce y queda como un filme "de Jodie Foster", más que de su director. La resolución final pretende, aún más, subrayar la polémica referida en párrafos anteriores.
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