Jess necesita un descanso. Madre soltera, con un trabajo de camarera y un hijo autista, recibe la propuesta de un amigo de pasar un día en alta mar, con otros amigos, alejada de todo, como algo más que una buena idea.
Pero una tormenta echa "por la borda" la diversión, y los deja flotando a la deriva.
Un enorme buque surge de la nada, garantizando un rescate que termina resultando la más grande de las pesadillas.
El guión tiene preparada una sorpresa que no conviene develar, pero deja al espectador boquiabierto, al igual que a su protagonista, que descubre una realidad inusitada.
El verdadero juego del director Christopher Smith es una historia aparentemente bastante simple, pero que comenzará a enroscarse una y otra (y otra) vez con el correr de los minutos. No es una película de terror más; no tiene nada que ver con una slasher movie, a pesar del afiche promocional.
La película se transforma de golpe en una especie de videojuego interactivo en el que debemos razonar con el personaje de Jess cómo solucionar el conflicto en el que se ha metido sin querer.
El metódico montaje cobra una presencia crucial y las paradojas espacio-temporales como herramienta fundamental de la trama funcionan con perfección milimétrica. La narración tiene un in crescendo constante y el clima logrado en la cinta hiela la sangre. Si bien puede llegar a quedar algún cabo suelto, el conflicto nos propone rompernos la cabeza para entender qué sucede y cómo solucionarlo.
Melissa George se pone al hombro este protagónico, resultando una de las mejores - si no la mejor - actuación de su carrera, pivotando entre el drama y el horror en el que se ve involuntariamente inmersa. El actual galán Liam "Thor" Hemsworth tiene aquí un rol de reparto, como uno de los amigos que también sufrirá lo impensado arriba de ese barco.
No sé de qué otra forma convencerlos de que vean este filme, resulta un imperdible título de 2009, y no hay que dejarlo pasar. Dan ganas de volver a poner "play" en nuestro reproductor ni bien transcurren los créditos finales, mientras miramos azorados el destino de la pobre Jess.
Lamentablemente a mi me pareció una copia descarada de "Los cronocrímenes" de Nacho Vigalondo. No hay mucho que decir.
ResponderEliminarSaludos.!