viernes, 23 de marzo de 2012
Crítica - "Martha Marcy May Marlene" (2011), de Sean Durkin: MISTERIOSO DRAMA SOBRE UNA JOVEN FUGITIVA (por halbert)
Caracterizadas por la adscripción de personas totalmente subordinadas a las ideas de un líder, que pueden presentarse bajo las formas de identidad religiosa, asociación cultural o grupo terapéutico, las sectas utilizan las técnicas de control mental y de persuasión coercitiva para que todos los miembros dependan de la dinámica y del grupo y pierdan su estructura y su idea de pensamiento individual en favor de la idea colectiva.
Martha es una joven atormentada por dolorosos recuerdos, que sufre un repentino trastorno psicológico.
Al comienzo, la vemos desesperada, huyendo a hurtadillas de una enorme casa, donde una veintena de jóvenes duermen hacinados. Busca ayuda en su hermana mayor Lucy, de la que estaba distanciada desde hacía 2 años, pero Martha no tiene ni capacidad ni voluntad para revelar la verdad sobre su desaparición.
A medida que avanza el guion, se va develando en flashbacks, muy bien intercalados, el reciente pasado de la joven, dejando ver que había sido “adoptada” por una secta, con un líder tan carismático como perverso.
En medio de su intento de recuperar una vida normal tras escapar, intenta adaptarse al alto estilo de vida de su hermana recién casada, pero acosada por constantes pesadillas, no le resulta nada fácil, haciendo casi imposible la convivencia.
Inquietante en todo momento, muy bien montada, bellamente fotografiada y constantemente ambigua, la historia avanza paralelamente, intercalando el reciente pasado de Martha en la secta (en la que es apodada Marcy May) y su “evolución” dentro de la misma, con el presente en la bella casa de fin de semana de su hermana y el marido, donde están pasando unas breves vacaciones.
El ritmo de la película es parsimonioso, con pequeñas dosis de impacto emocional, cuando Martha se comporta extrañamente con el matrimonio (ya sea desnudándose completamente para nadar en el lago o entrar a la habitación de la pareja y acostarse al lado de ellos mientras hacen el amor, entre otras cosas).
El guion está construido con gran destreza, develando poco a poco las pistas justas que permiten ir resolviendo el enigma con el que arranca la película.
El protagónico de Elizabeth Olsen (hermana menor de las famosas gemelas Ashley y Mary-Kate) es digno de destacar, dotando a su personaje con un tono entre lánguido y etéreo, víctima de una inocencia ultrajada por la cofradía de la que quiere huir.
El debutante realizador Sean Durkin ganó el premio a la mejor dirección en el festival independiente de Sundance, donde se destacó la gran interpretación de Olsen y de otro de los protagonistas: John Hawkes, nominado al Oscar en 2011 por “Winter´s Bone”.
Basado en un cortometraje que filmó en 2009, el director muestra cómo es el regreso para esta muchacha, tras haber estado viviendo de una manera totalmente diferente a la que se considera normal. Si bien no hay una gran encrucijada por resolver, cierto tono de misterio que tiene el filme logra ser atrapante y se consigue una atmósfera inquietante.
A mi me descolocó el final: SPOILER ¿no parecería que en realidad da a entender que todo se lo imagino, que esta delirando? Que se yo. No me cerró. El suspenso si, esta muy bien logrado. Pero termina de manera abruta. Saludos Albert!!!
ResponderEliminarNo creo que sea imaginación, no sentí eso (bah, no tendría mucho sentido para mí). Sí, tal vez, haya cosas imaginadas o esa paranoia que siente más al final, viendo que la siguen, pero no creo que la secta no exista y ella nunca particpó de la misma. Está bien creada la atmósfera, lo que más me gustó, además de las transiciones entre el presente y el pasado... Slds Dialo!
ResponderEliminarPues ya lo has comentado bien en la reseña, yo lo que digo es que me ha gustado y ha sido toda una sorpresa.
ResponderEliminarSaludos
Roy