sábado, 27 de agosto de 2011

PERSONAJES MEMORABLES (y los actores que les dieron vida): Nicole Kidman como Virginia Woolf



Luego de varias apariciones en cine y TV, siendo adolescente, Nicole Kidman obtuvo su papel que la catapultó a la fama en el thriller de 1989 "Terror a bordo" (Dead calm). Sus actuaciones en varias películas, tales como "Todo por un sueño" (To die for, 1995) o "Moulin Rouge!" (2001) han recibido alabanzas por parte de la crítica. El filme "Las horas" (2002), de Stephen Daldry, cuenta la historia de tres mujeres en tres décadas diferentes: en 1923 la inestable Virginia Woolf comienza la escritura de su próxima novela “Sra. Dalloway”; en 1951, Laura Brown, una depresiva mujer embarazada que prepara su suicidio, lee precisamente “Sra. Dalloway”, lo que la hará cambiar su destino; y en 2001, la editora Clarissa Vaughn prepara un festejo para un escritor amigo, tal como lo hace la Señora Dalloway de la novela.

En este film, sólo se toma una pequeña porción de la vida de Woolf, mostrando a la propia Virginia viviendo su atormentada existencia en Richmond con su marido, deseando constantemente abandonarlo todo. Desde el punto de vista psicológico, la película refleja agudamente la complejidad del mundo de Woolf, y también los laberintos vividos por un personaje hipersensible que no encuentra seguridad en nada de lo que hace, que necesita huir continuamente de sí misma, y que encuentra salida a sus sentimientos en la literatura, en las flores, o en un sentimiento un tanto pasajero.

Para muchos, la actriz Nicole Kidman podía ser una elección insólita a la hora de dar vida a Virginia Woolf, particularmente debido al escaso parecido físico entre ambas; sin embargo, fue la elegida para la caracterización de la sufrida escritora. Con una prótesis que agrandó considerablemente su nariz y utilizando vestuario sombrío, Kidman puso su look al servicio del rol que le tocó interpretar y dejó su belleza natural totalmente oculta.
Más allá de la máscara de maquillaje, la actriz compone su personaje a partir de detalles llevados con inteligencia y efectividad. La modulación e intensidad de su voz, los movimientos de su cuerpo o la profunda mirada febril y desesperada, hacen que cueste trabajo reconocerla bajo la piel de la escritora. Su contundente caracterización física la muestra con una cabeza siempre baja, la mirada angulada, casi perdida y una voz impostada en lúgubres tonos bajos. Nos presenta al intelecto atrapado por el aislamiento espacial de su reclusión en Richmond y paulatinamente muestra los avances de su prematura esquizofrenia.

En busca de la esencia del personaje, encontró en unos cigarrillos, un vestido y un pañuelo los elementos fundamentales para encarnar a la escritora. Fue así como conoció y se enamoró de su heroína, sin importarle someterse diariamente a largas sesiones de maquillaje. Además, siendo zurda, aprendió a escribir con la mano derecha para el rol, y llegó a poder imitar la singular letra de Woolf.

La actriz destaca como crucial el vestuario que se creó para ella, pues la ayudó a dar forma al personaje de Virginia. Los zapatos, el tejido de los vestidos, incluso el pañuelo, todo contribuyó inmediatamente a que Kidman reaccionara de un modo que fuera auténtico para la época y, quizá, también para Virginia Woolf. “Tan pronto como me puse todo el equipo fue como si pudiera moverme de una manera distinta”, afirmó.

Preparándose para el papel, Kidman se sumergió en una investigación acerca de la vida y la obra de Woolf. Según ella “Una parte de lo que implica encarnar a alguien que existió realmente, es descubrir cual era su esencia. (...) Ella sentía una enorme gratitud hacia su marido por ser tan tolerante con ella. (…) Cuando hay que distorsionar el propio rostro como tuve que hacer yo, y cuando se está encarnando a alguien tan distinta de una (...) Es aterrador!! Realmente, tuve que depositar toda mi confianza en la persona que me estaba guiando a través de la maraña. Y Stephen (el director) me guió. Me ayudó muchísimo a moldear el personaje, y me infundió una enorme confianza para que pudiera avanzar”.

Kidman tiene los mejores parlamentos en el film y por la avasalladora fuerza y el significado que encierran, sorprende con una acuarela de matices del pesar que soporta. Su histrionismo queda plenamente validado con este papel, habiendo sido premiado, además, por gran cantidad de premios alrededor del mundo, incluyendo la preciada y máxima estatuilla hollywoodense.

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