La directora Susanne Bier construye con esta "En un mundo mejor" una sólida película, inexorable, que emociona y nos deja mudos ante la inevitable introspección que suscita. No por nada logró que su película ganara el último Oscar al filme de habla no inglesa.
El pequeño Christian, luego de haber perdido a su madre, regresa con su padre a Dinamarca natal y en el nuevo colegio conoce a Elías, un niño que es víctima de bullying (maltrato e intimidación por parte de sus compañeros).
Anton, el padre de Elías, es médico, un idealista doctor que trabaja en una misión humanitaria en un campo de refugiados de África, que divide el tiempo entre la desolación y su casa de Dinamarca, por lo que, ante tantas ausencias, desconoce el constante acoso que vive su hijo. Elías y Christian forman rápidamente un fuerte vínculo y se involucran en un peligroso acto de venganza, con consecuencias potencialmente trágicas, debiendo comprender las complejidades humanas, el dolor y la hostilidad.
La precisa dirección actoral de Bier saca lo mejor de los niños actores, que deben protagonizar escenas de alta intensidad, ya sea física como emocional. También los actores adultos Mikael Persbrandt y Trine Dyrholm (vista hace poco en "Aguas turbulentas") aportan su gran oficio, ofreciendo momentos de tensión y de reflexión.
La mirada de la directora resume en esta historia lo que muchos pensamos: qué difícil se está haciendo para la raza humana poder convivir en paz, poder hacer el bien, poder compartir la vida con los demás y aceptar las diferencias que tenemos con los otros. Pareciera que necesitamos exterminar al que piensa, siente o vive diferente a uno, sin comprender que cada uno tiene una manera propia y única de ser, percibir y valorar al mundo y que, por ende, debemos esperar que cada una de las personas que nos rodea tenga opiniones, hábitos y pautas de vida distintas a las nuestras.
Gracias Dinamarca por esta película; gracias Susanne Bier por este sacudón que necesitamos para entender que, enfrentados, no llegamos a ningún lado. Es una verdad que hay que aceptar y en la que debemos fundar las relaciones humanas para una convivencia de mejor calidad… por un mundo mejor.
Muy buena reseña Albert :D Y es que la peli te deja con el alma hecha un nudo y reflexionando. Sencillamente extraordinaria!!!
ResponderEliminarSaludos :D
A mí también me gustó mucho y sobretodo porque plantea cosas que podrían hoy por hoy parecer obvias pero su maestría está en terminar planteándote: ojo, no es tan fácil. Después de todo cómo arreglás a un chico "bully" o cómo actuás ante un tipo que te cachetea en la calle delante de tus propios hijos? Es realmente la única salida la violencia? La respuesta más facilona siempre parece ser NO, pero si uno lee entre líneas la respuesta de la directora ante esta pregunta es realmente muy pesimista, como si el ser humano hubiera llegado a un punto en que no tiene vuelta atrás. ¡Tremenda!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, ya somos un montón.
ResponderEliminarChicos, la verdad que me ha quedado en la mente este filme. Lo del mecánico me parece un resumen de la violencia a la que ya estamos acostumbrados. Es verdad, Pabela... hay pesimismo insertado en el mensaje también...
ResponderEliminarGracias x pasar a todos!!!