PERSONAJES MEMORABLES (y los actores que les dieron vida): Marlon Brando como Vito Corleone, "El padrino"

Marlon Brando (MB) se convirtió en actor de teatro a mediados de los años 40 y en actor de cine a comienzos de los 50. Se hizo conocido por sus intervenciones en películas como Un tranvía llamado deseo, Viva Zapata!, Julio César y Nido de ratas, entre otras. Recibió su primer premio Oscar por Mejor actor por su trabajo en "Nido de..." en 1954. En 1972 ganó su segundo Oscar por su actuación en El Padrino pero lo rechazó, enviando a una nativa indígena (que luego, se supo, no fue tal).
Esta extraordinaria película sobre el mundo de la mafia, dirigida por Francis Ford Coppola y basada en el libro homónimo de Mario Puzo, terminó de constituir a MB como estrella cinematográfica mundial.
Tal vez si hubiera un último rol de su carrera que simbolizara su imponente presencia en el cine, es este patriarca todopoderoso y personaje principal del filme. El padrino es un sabio jefe mafioso que ha ganado el respeto de todas las familias mafiosas en Nueva York a través de su ejercicio cuidadoso de terror, caracterizado por su capacidad de hacer ofertas a la gente que no puede negarse.
Vito Corleone es el jefe del crimen organizado. Temido y respetado, todos lo conocen como "El Padrino". Dirige su imperio con la ayuda de sus cuatro hijos: Sonny, Fredo, Michael y su hijo adoptivo Tom Hagen. El Don rechaza la idea de unirse a las otras cinco familias que controlan el mundo de la droga, provocando una guerra entre dos clanes.
Algunas leyendas que se cuentan sobre su interpretación en esta obra maestra cinematográfica han trascendido, sin saberse realmente cuán veraces son.
Una de ellas cuenta que, en la escena en que muere Don Vito Corleone mientras juega con su nieto, MB llevaba puestos unos dientes improvisados con recortes de cáscaras de naranjas. Esos dientes estaban fuera de guión; para la escena estaba previsto que Don Vito jugara con su nieto y súbitamente muriera de un ataque al corazón. Pero previo al rodaje, para ganarse la simpatía del niño con quien compartiría la escena, MB decidió jugar con él, para lo cual recortó una dentadura grotesca con las cáscaras de las naranjas que ya estaban dispuestas para la escena y jugó a perseguirlo como si fuera un gorila. Este juego le gustó tanto a Coppola que lo incluyó en la versión final de la película.

Otra dice que al principio de la primera parte aparece Corleone en su despacho, sentado en su butaca acariciando un gato. Pues bien, MB se lo encontró antes de grabar la escena por los estudios. El gato no salía en el guión.
El histrionismo de MB en este personaje se calificó de ilustre: su expresión, su voz, su caminar y hasta la forma de mirar.
Marlon Brando fue siempre una gran estrella de cine, pero jamás se lo vio brillar tanto como en el rol de Don Vito Corleone, el jefe de la familia más poderosa de Nueva York y hoy un ícono inmortal del cine.