Con un guión que rehúye al lugar común, el filme, con cierto humor, examina la relación de Nic y Jules, una pareja de lesbianas, y la relación con sus hijos, que fueron nacidos por inseminación artificial. Ambos (una joven de 18 y un adolescente de 15) comparten al mismo donante. Y sucede que a los chicos les da por conocer a su “padre”, y dan con él. La aparición de Paul, padre biológico de los dos chicos, desafiará la dinámica familiar, pero sobre todo pondrá en estado de alerta máxima a la pareja de mujeres.
Resulta destacable poder ver un retrato sobre los nuevos conceptos de familia: sobre el amor, la honestidad y el respeto, más allá de los prejuicios reinantes y de las preferencias sexuales. La naturalidad con que se muestra a un matrimonio homosexual con dos queridísimos e inteligentes hijos da cuenta de lo natural que debería ser para cualquier sociedad aceptar una familia de estas características.
La directora Lisa Cholodenko, coguionista también, saca el mejor partido de todos los diálogos y de sus actores, principalmente de los jovencitos Mia Wasikowska (la Alicia de Tim Burton) y Josh Hutcherson (Zathura).
Mark Ruffalo le pone la exacta cuota de inmadurez y seducción a su simpático Paul.
Mención aparte merecen las monumentales actuaciones de Annette Bening y Julianne Moore (Oscar compartido, ¡por favor!), cuya química dota a las escenas del filme de una excepcional sinceridad. Ellas SON una pareja en la pantalla: las vemos besarse, mirar porno, tener sexo, quererse, odiarse, discutir entre ellas y con sus hijos… Vivir.
De visión casi obligatoria, el filme da cátedra (a quien lo necesite) de cómo poder ver a una familia que no es como todas, pero vive exactamente las mismas vicisitudes de cualquier familia tildada de normal, con sus peleas, sus sinsabores, su felicidad y, principalmente, su amor.
Resulta destacable poder ver un retrato sobre los nuevos conceptos de familia: sobre el amor, la honestidad y el respeto, más allá de los prejuicios reinantes y de las preferencias sexuales. La naturalidad con que se muestra a un matrimonio homosexual con dos queridísimos e inteligentes hijos da cuenta de lo natural que debería ser para cualquier sociedad aceptar una familia de estas características.
La directora Lisa Cholodenko, coguionista también, saca el mejor partido de todos los diálogos y de sus actores, principalmente de los jovencitos Mia Wasikowska (la Alicia de Tim Burton) y Josh Hutcherson (Zathura).
Mark Ruffalo le pone la exacta cuota de inmadurez y seducción a su simpático Paul.
Mención aparte merecen las monumentales actuaciones de Annette Bening y Julianne Moore (Oscar compartido, ¡por favor!), cuya química dota a las escenas del filme de una excepcional sinceridad. Ellas SON una pareja en la pantalla: las vemos besarse, mirar porno, tener sexo, quererse, odiarse, discutir entre ellas y con sus hijos… Vivir.
De visión casi obligatoria, el filme da cátedra (a quien lo necesite) de cómo poder ver a una familia que no es como todas, pero vive exactamente las mismas vicisitudes de cualquier familia tildada de normal, con sus peleas, sus sinsabores, su felicidad y, principalmente, su amor.
bueno la peli no me mato esperaba mas de todo , el padre biologico tiene un papel raro que no llega se que esta nominada pero no me termino de cerrar
ResponderEliminarbesos