Celine: Siempre me siento rara, porque nunca puedo seguir adelante así nomás. La gente sólo tiene un romance e incluso relaciones completas, pero sólo rompen y lo olvidan; siguen adelante como si hubieran cambiado la marca del cereal. Yo siento que nunca he podido olvidar a nadie con quien he estado, porque cada persona tiene sus propias características. Uno no puede reemplazar a nadie; lo que se perdió, se perdió. Cuando cada relación termina me hiere mucho, nunca me recupero del todo. Por eso soy muy cuidadosa al involucrarme, porque me duele mucho (...). Me obsesionan las cosas pequeñas de las personas. Tal vez estoy loca. Cuando era niña, mi mamá me dijo que siempre llegaba tarde a la escuela, y un día me siguió para saber por qué. Yo estaba viendo las castañas caer de los árboles y rodar en la acera, o las hormigas cruzando el camino, la sombra de una hoja en el tronco de un árbol... Cosas pequeñas. Creo que lo mismo pasa con la gente: veo en ellos pequeños detalles muy propios de cada uno que me conmueven y que extraño, y que siempre extrañaré. Nadie se puede reemplazar, porque todos están hechos de detalles hermosos y específicos... Por ejemplo, recuerdo que tu barba tiene un poco de rojo, y cómo el sol la hacía brillar esa mañana antes que te fueras. Recuerdo eso, y lo extrañé mucho. ¿Realmente loca, no?
Jesse: Ahora lo sé. ¿Sabes por qué escribí ese estúpido libro?
Celine: ¿Por qué?
Jesse: Para que tú fueras a una lectura en París y yo pudiera ir y preguntarte "¿Dónde diablos estabas?"
Muy buen diálogo, una de las pelis con diálogos más laaaaargos y aún así, efectiva!!!
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